“Mi piso es un yate de lujo” – Entrevista

Hace unos días, mi trabajo de fotógrafo/retratista me llevó a la Barcelona del ultra lujo. Saqué un retrato a Pablo, en su lugar de trabajo y de vida: un yate velero de más de 20 metros de largo. ¡Entrevista relámpago!

¿Cómo se llama tu trabajo?

Soy el primer oficial de puente. Formo parte del departamento de cubierta. La tripulación de un buque está compuesta de varios departamentos: tienes el departamento de “cubierta”, de “máquinas” e “interiores”.

¿Cuál es la misión de cada uno de estos departamentos?

La “cubierta”, que se compone del capitán y de los oficiales de puente cómo yo, se encarga de la navegación. Llevar el barco seguro, organizar la navegación de puente a puente.

El departamento de “máquinas” se encarga del mantenimiento de las máquinas.

Y luego tienes “interiores”, que se encargan de todos los servicios a bordo: comidas, limpieza, camas etc.

¿Navegas todo el año?

No, navegamos solamente dos meses en verano, cuando el propietario del yate toma vacaciones. Ibiza, Saint Tropez, Monaco, Capri… ¡Vamos por todos lados! 

El resto del año, el barco se queda aquí en el puerto de Barcelona, y yo en él!

¿O sea, vives en el yate?

¡Exactamente! A ver, comparto los días de la semana entre Alicante y Barcelona. Pero en Barcelona mi piso es un yate de lujo, sí. 

Me encargo de todo el mantenimiento, y hay mucho curro! Hoy por ejemplo me llamaron para los extintores. Tengo que revisar todo el material de seguridad: la balsa salvavidas, los chalecos, las luces de humo… Es un barco de madera entonces hay que barnizarlo entero, cada año. También ayudo al pintor. Las lanchas, les hacemos el invernaje. Hay que engrasar todas las piezas mecánicas.

¿Todas estas tareas forman parte de tu cargo?

En teoría no. Pero yo lo hago o ayudo a los especialistas que vienen, como el pintor. Es un “buque escuela” para mí. Voy aprendiendo muchas cosas, aunque haya acabado la carrera.

Te iba a preguntar, ¿qué carrera hay que seguir para ser oficial de puente?

Bueno, primero para trabajar en un barco, de lo que sea (camarero, cocinero, bailarín…) tienes que tener un curso de dos semanas que se llama “formación básica”. Te enseñan lo básico de la seguridad a bordo. Con eso eres “marinero competente”.

Para formar parte del departamento de cubierta (capitán, oficiales de puente), tienes que tener una titulación universitaria y (muchas) horas de navegación.

¿Te gusta tu trabajo?

Sí mucho. De pequeñito. Mi padre era buceador y seguí su camino. Pero trabajar en un yate de lujo, aunque parezca un sueño, no es tan fácil. 

Antes trabajaba en un atunero. Me levantaba a las 4 de la mañana y pescaba hasta las 5 de la tarde. Era un ritmo muy duro físicamente. 

En cambio ahora mi trabajo en el yate es muy duro psicológicamente. Tenemos mucha presión, mucha responsabilidad. Encima de la presión de nuestro cargo, hay la presión de convivir meses en una burbuja con toda la tripulación. Es como un “gran hermano”.

De hecho, existe el “síndrome del camarote” que se manifiesta después de unas semanas encerrados en el barco por comportamientos agresivos, ansiedad, miedo al volver al mundo “real”…

¿No se puede hacer nada para mejorar esta situación?

Sí, hacemos “guardias psicológicas” cada semana: cuando el barco está en un puerto, cada dos horas alguien de la tripulación se va a la tierra para desconectar. Uno se va a correr, otro se va a la playa etc.

Pablo, gracias por tus respuestas. ¿Qué es lo que te puedo desear para el futuro?

Pues seguir formando parte de esa tripulación y pasar a ser capitán.